Cuando el grupo VAG compró Bugatti su fin era el de crear el coche definitivo, aquel coche con cuya tecnología poder demostrar al mundo que el grupo Volkswagen es el líder indiscutible del panorama automovilístico mundial.
Por este afán de conseguir el coche definitivo, desde que se hiciera efectiva la compra de Bugatti allá por el año 1996, pasaron más de 10 años hasta que el Veyron saliese al mercado.
Fue en el año 2005 cuando se presentó la verisón de producción del Veyron y en 2006 cuando se empezaron a aceptar los primeros pedidos. Solo se han producido 450 unidades, sumando las versiones descapotable, Super Sport y Grand Sport Vitesse.
El Veyron salió al mercado como el coche de producción más rápido y potente del mundo. Con un motor W16 (suma de dos bloques V8 de ángulo estrecho) y cuatro turbos alcanza una potencia de 1.001 c.v. de potencia y una velocidad máxima de 407 km/h, realizando el 0-100km/h en tan solo 2,7s. Los distintos profesionales del mundo del motor que han probado esta joya dicen que el Veyron rodando a su máxima potencia y velocidad termina su depósito de gasolina de unos 100 litros de capacidad en tan solo 20 minutos.
El Veyron original tenía un precio de 1,2 millones de € y aun así el grupo VAG perdía alrededor de 3 millones de € por unidad vendida. Quedó claro en el momento del lanzamiento de este modelo que este coche no estaba destinado a obtener rentabilidad, al menos monetaria, porque rentabilidad a imagen de marca y poderío tecnológico vaya si lo ha conseguido.
Allá por 2010 apareció la versión SuperSport del Veyron que mejoraba, si alguien creía que no se podía, las prestaciones y rendimiento del Veyron de 2006. El SuperSport elevaba la potencia del W16 hasta los 1.300 c.v. de potencia, llevando al Veyron a una velocidad máxima de 432 km/h, velocidad por la cual entró en el libro Guinness de los records.
Un año más tarde llegó el Bugatti Veyron Grand Sport Vittesse, que venía a ser la versión descapotable del SuperSport, pero con una potencia inferior, de "solo" 1.200 c.v. de potencia.
En 2015, tras 10 años de comercialización se vendió la última unidad de este espectacular modelo. Ha sido un Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, denominado "La Finale", y ha ido a parar a Oriente Medio por un precio de 2,65 millones de €. Se trata del último ejemplar de los 450 Veyron fabricados.
La miniatura que ofrecemos hoy reproduce al Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse en colo naranja perlado y negro. La miniatura es de la marca RASTAR, una marca que se dedicaba especialmente a los coches RC y que ahora ha desembarcado en el 1/18 con dos modelos un Bentley Mulsanne de 2012 y este Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse.
La miniatura es muy simple, presenta pocos detalles, pero hay que tener en cuenta que es una miniatura de 39,95€. Las proporciones de la miniatura son perfectas, me sorprende que al ser una marca barata hayan clavado el molde de esta forma, es clavado al de AUTOart.
La miniatura viene con una suspensión demasiado elevada debido a la incorporación de unos muelles muy grandes, como podéis ver el coche está rebajado, tan simple como desmontarlo, sacar los muelles y cortarlos aproximadamente a la mitad. El interior es muy simple pero con buenas proporciones y acabados. Trae cinturones de tela con su hebilla.
Para terminar decir que es un coche muy recomendable, que cualquier persona que no sea manitas como yo le puede rebajar la suspensión sin ninguna dificultad y tener una miniatura muy muy decente para el precio que tiene. Bajo mi punto de vista supera y con creces a cualquier Maisto y Bburago de la actualidad. Una persona con buenas manos para el modelismo puede transformar esta miniatura en algo realmente digno. Añadiéndole calcas de fibra de carbono, un tapizado y detalles de pintura se puede conseguir una miniatura muy muy digna.
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