A finales de 2012 el grupo Toyota comercializaba por fin su proyecto de deportivo económico de tracción trasera devolviendo al mercado una oferta de deportivo asequible que hacía tiempo había desaparecido con el auge de los SUV´s y los hatcback deportivos.
Nacía de esta manera el Toyota GT-86 y a su vez el Subaru BR-Z (Subaru es una marca perteneciente a Toyota, aunque disfruta de cierta independencia). En EEUU se vendería bajo la marca de enfoque juvenil SCION.
Este coche tenía un objetivo claro, llegar a aquellos clientes que buscan en un coche la diversión al volante pero que no quieren gastarse una gran cantidad de dinero en el mismo. Se buscaba un vehículo con diseño coupe, tracción trasera y un "pequeño" motor de gasolina, que no sobrepasara los 30.000$, una especie de Mazda MX-5 según los ideales de Toyota.
Este trío tiene una longitud de 4,24 metros de largo y 1,29 de alto, unas proporciones parecidas a las del Nissan 370Z, pero con un motor más equilibrado y menos pesado que el potente V6 del Nissan. Toyota (en colaboración con los ingenieros de Subaru) desarrollaron un nuevo motor bóxer atmosférico de 4 cilindros, gasolina, con una cilindrada de 1998 c.c. que eroga una potencia de 200 c.v. a 7.000 rpm.
Acelera de 0-100 en 7,6 segundos y tiene una velocidad punta máxima de 226 km/h.
Todo ello unido a un peso contenido de 1.277 kg en vacío y un coeficiente aerodinámico de 0,27cx plasman sobre el papel unos datos que nos hacen pensar que este coche es todo un alarde a la deportividad.
Conoce algo más sobre el Subaru BR-Z aquí
Su dinámica de conducción es perfecta para los que buscan deportividad y sensaciones al volante, con una dirección muy directa, un centro de gravedad muy bajo, gracias a su diseño y al acople del motor bóxer (más plano y bajo que uno en línea). Aun así, muchos medios especializados han achacado cierta falta de potencia al motor bóxer, quizás unos 50 c.v. más harían notar y mover aun mejor este excepcional conjunto.
La miniatura es de la firma AUTOart, de la gama Performance, Se trata de una muy buena miniatura con un escalado perfecto y unos ajustes de sus partes abribles muy buenas. No esperes un gran nivel de detalles en el interior, pues el coche carece de los típicos problemas de AUTOart en esta gama, el plástico.
La miniatura de AUTOart tiene un gran nivel de acabado exterior, no tanto de interior
El interior tiene un aspecto muy plasticoso, aunque no mal detallado. Como en todo AUTOart, todo está en su sitio y bien detallado, pero el aspecto del plástico le resta puntos a la miniatura, y más en un interior totalmente negro.
El problema últimamente en el mundillo son los precios. Este modelo en circunstancias normales debería salir por unos 80€ - 90€ máximo. El problema es que difícilmente baja de los 115€ más envío en la mayoría de tiendas. Atendiendo a la calidad y la gama en la que AUTOart encaja este modelo no pagaría más de 90€ por este modelo, pero ya se sabe, además de que el mundo de las miniaturas se ha vuelto loco con los precios, es un modelo japonés y de AUTOart, por lo que tocará rascarse el bolsillo si lo quieres incorporar en tu colección.
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